Obra del mes - Diciembre 2021

El aspecto enigmático y fugaz de la Violette de Enrico Lionne, representada con su seductor vestido violeta, ilustra la investigación del autor sobre la representación de la mujer fatal.
La mujer, enmarcada en el resplandor cromático de un interior amueblado con elementos muy decorativos (nótese el revestimiento del sillón con flores verdes y amarillas), es captada en un momento de tranquilidad, enfatizado por la pose alargada y fluida de su cuerpo, aunque sus manos entrelazadas bajo la barbilla y su mirada absorta delatan el deseo de participar y escuchar atentamente el contexto.
La fuerza expresiva de la obra se ve acentuada por el uso de la técnica divisionista, que, con pinceladas rápidas y animadas, refuerza la fascinación de la figura a través de una vibrante y atmosférica descomposición del color, que se desarrolla en la gama cromática del violeta. Los colores, según el mecanismo retórico de la sinestesia, remiten sugestivamente de lo concreto a lo abstracto: el violeta, las violetas, la tapicería del sillón, el nombre Violette.
Enrico Lionne pintó el cuadro en 1913, con motivo de la primera exposición internacional de arte de la Secesión, donde la obra se instaló en una sala decorada con plata y púrpura, hasta el punto de que un crítico de la época atribuyó al artista una especie de "enfermedad púrpura".
La adopción sin esfuerzo por parte de Lionne de un vocabulario divisionista y de un vívido colorido expresionista le convierte en uno de los intérpretes más fascinantes del clima cultural de la Secesión romana, en la que confluyeron numerosas influencias de más allá de los Alpes. No es casualidad que el cuadro esté incluido actualmente en la exposición Klimt. La Secessione e l'Italia (Museo di Roma, 27 de octubre de 2021 - 27 de marzo de 2022).

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