L'Opera del mese - Octubre 2023
Giacomo Balla
( Torino 1871 - Roma 1958)
Il dubbio, 1907-08
Pintura al óleo sobre papel, 67 x 50 cm
Inv. AM 56
La obra, que puede ser datada en 1907-1908, hace referencia a los años en los que Balla se encuentra en el límite entre el movimiento Divisionista, al que se había acercado a partir de 1905, y el Futurismo, que data de 1909. Il dubbio, en la que el artista retrata a su esposa Elisa, es representativa de esta transición, en la que su interés por la luz y el movimiento se traduce en un juego de luces y sombras que enfatiza el perfil atento y misterioso de la mujer. El cuerpo de Elisa emerge en tres cuartos del fondo oscuro y toma forma gracias a una fuente de luz externa que define sus hombros y el lado izquierdo de su rostro. Es evidente el contraste cromático entre el vestido negro, el pelo oscuro y las espesas cejas, y la luz de los hombros y el rostro desnudos. La composición del cuadro aparece equilibrada en todas sus partes, gracias a la torsión del busto y la cabeza que permite llenar el espacio de una forma estudiada y natural al mismo tiempo.
Son numerosos los retratos de Elisa pintados por Balla y todos forman parte de una producción temprana fuertemente caracterizada por la investigación del potencial de la luz y sus cualidades cromáticas. En particular, en el cuadro Il dubbio, la luz define sólidamente la imagen, se convierte en instrumento de análisis de la realidad y en medio para hacer perceptible la materia.
Las analogías con la imagen fotográfica son también evidentes, debido al corte diagonal de la representación, que evoca las fotos de moda del cambio de siglo, lejos de los esquemas habituales del género con la figura posando delante del pintor. La fotografía debió de resultar familiar a Balla desde su juventud, ya que su padre era un entusiasta del tema, y era sobre todo un medio de experimentar con la representación del movimiento. Todo ello da como resultado una representación "instantánea" de Elisa, cuya mirada luminosa y texturada emerge de las sombras en una referencia vagamente caravaggesca, en una pose expresiva y dinámica que invita al espectador al diálogo y a la complicidad.
En 1908, el cuadro fue presentado y adquirido en la LXXVII Esposizione della Società Amatori e Cultori di Roma. Más tarde, en 1925, se colocó en el Palazzo Caffarelli, en las salas anexas a los Musei Capitolini, donde se alojó durante un tiempo la Galleria d'Arte Moderna. La obra se expuso también en 1931, cuando la Galería, cerrada en 1929, reabrió sus puertas como "Galleria Mussolini". En 1939, se trasladó a la Galleria Nazionale d'Arte Moderna en depósito temporal con parte de la colección municipal.
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