Obra de arte del mes - marzo 2023

Giulio Aristide Sartorio
(Roma 1860-1932)
Le vergini savie e le vergini stolte, 1890-91
Pintura al óleo sobre panel, cm 188 x 205
Inv. AM 2849

Giulio Aristide Sartorio_Le vergini savie e le vergini stolte

Inspirado en el episodio homónimo del Evangelio de Mateo (capítulo 25, versículos 1-13), el tríptico fue encargado en 1890 por el conde Gegé Primoli como regalo de bodas para su futura esposa; sin embargo, el noble nunca llegó a recoger el cuadro debido al fracaso del matrimonio, por lo que el pago también quedó pendiente.
Los dos grupos de vírgenes prudentes (a la izquierda) y necias (a la derecha) -una espera con las lámparas encendidas, la otra distraída y con las lámparas apagadas, respectivamente emparejadas con olivos (árboles frutales) y pinos (árboles infructuosos)- avanzan hacia el centro de la escena, donde una puerta entreabierta conduce a la luminosa morada del novio, coronada por ángeles alados.
De las cartas del artista conservadas en el Archivo de la Fundación Primoli se deduce la compleja gestación del cuadro y la riqueza de las fuentes iconográficas. Al tiempo que se inspira en el Evangelio, que alude simbólicamente a la venida de Cristo al final de los tiempos, Sartorio subraya el tema de las virtudes femeninas, esbozando el perfil de la novia ideal, modesta, fiel y prudente, motivo muy apreciado por la cultura prerrafaelita. El tríptico se inspira no sólo en modelos "primitivistas" de los siglos XIV-XV (con citas precisas de las Puertas del Paraíso de Ghiberti y de los frescos de Pisanello en San Fermo de Verona), sino también en las decoraciones de Giuseppe Cellini en la Galería Sciarra de Roma, de tema similar, terminadas en 1888. Además, para la ejecución de las figuras, Sartorio utilizó retratos fotográficos de varias mujeres de la nobleza romana de la época, entre ellas Maria D'Annunzio Gallese, los marqueses Theodoli y Sanfelice y la princesa Odescalchi.
La obra revela un temprano conocimiento del prerrafaelismo inglés -debido probablemente a su amigo D'Annunzio, a reproducciones de obras de Rossetti y Burne-Jones y a su frecuentación de artistas ingleses en Roma-, perfeccionado posteriormente por Sartorio gracias a su viaje a Londres, Manchester y Liverpool en 1893.
Presentado en la Bienal de Venecia de 1899, el cuadro fue adquirido en 1939 por la Gobernación de Roma.

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